Involucra al Lector con Lectura Activa: Descubre el Poder de las Sensaciones

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Cómo Involucrar al Lector en la Lectura Activa para retenerlos, a través de Tres Sensaciones

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En el corazón de una experiencia de lectura transformadora yace la capacidad de transportarnos a otro mundo, sentir lo inexplorado y experimentar sensaciones profundas. ¿Quién no ha experimentado la pasión de Florentizo Ariza por Fermina Daza en “¿El amor en los tiempos de cólera”, o la obsesión de Jay Gatsby por Daisy Buchanan en “El Gran Gatsby”?

 La neurociencia nos enseña que cuando activamos múltiples sentidos en el proceso de lectura, no solo enriquecemos nuestra comprensión, sino que también fortalecemos nuestra retención y disfrute del material.

En este artículo exploraremos cómo utilizar la vista, el oído y el olfato para sumergir a nuestros lectores en la lectura activa de nuestros textos. Al finalizar el artículo, comparto las seis estrategias que necesitas utilizar para favorecer la lectura activa y propiciar la inmersión del lector. Sigue leyendo.

Vista: Pintando con Palabras

La vista es el sentido directo más involucrado en la lectura. Cuando vamos más allá de las palabras, el texto se transforma en una experiencia visual rica y envolvente. Al describir escenas, objetos o personajes, enfócate en los detalles vívidos y variados que ayudan a dibujar una imagen poderosa en la mente del lector. Utiliza metáforas y símiles que evocan imágenes coloridas y dinámicas, animando al lector a ver más allá del texto.

Ejemplo evocador

“…Un aroma dulce, mezcla de jazmín y rosas, flota delicadamente en el aire. A pocos pasos, el agua de una fuente danza empujada por una melodía suave mientras los árboles centenarios, a cada paso del camino, nos recuerdan…”.

Ejemplo plano

Hay una casa vieja al final de la calle. Es grande y tiene un jardín. El jardín tiene algunas flores y hay árboles también. La casa parece muy antigua y hay una fuente. Cuando el viento sopla, se puede oír algo de ruido. Este lugar tiene historia, pero ahora, simplemente está allí, sin que nada especial llame la atención.

Estrategia Neurocientífica

la visualización estimula las mismas regiones cerebrales que se activan al ver objetos reales. Esto significa que al incentivar a los lectores a imaginar activamente lo que leen, mejoramos su comprensión y memoria del contenido.

Oído: La Melodía de las Palabras

La música de las palabras puede ser tan cautivadora como la historia que cuentan. Al escribir, considera el ritmo, la cadencia y la sonoridad de tus frases. La repetición de sonidos, el uso de la aliteración o incluso la inclusión de diálogos con tonos específicos invocan la sensación auditiva en los lectores, sumergiéndolos aún más en la escena.

Ejemplo evocador

“…en el corazón del bosque, bajo la bóveda de un cielo tintado por la puesta del sol, el susurro del viento se entrelaza con el murmullo de las hojas, creando una sinfonía de sonidos suaves y susurrantes. Las ramas de los árboles, cargadas de secretos antiguos, se inclinan y rozan unas con otras, emitiendo crujidos leves que resuenan como notas bajas. De repente, el claro se llena con el canto melodioso de un ruiseñor…”.

Ejemplo plano

“…había un bosque. Era grande y tenía muchos árboles. En algún lugar, un pájaro hacía ruido, y el viento soplaba a veces. Los árboles eran altos y el cielo estaba arriba. Podías oír cosas, como el viento y el pájaro, pero no pasaba mucho más allá de eso…”.

Estrategia Neurocientífica

El procesamiento auditivo en el cerebro mejora la implicación emocional y la memorización. Al leer textos que evocan sonidos específicos, los lectores experimentarán una mayor conexión emocional con el material. Esto convertirá la experiencia de lectura en una experiencia más personal y memorable.

Olfato: Aromas que Traen Historias a la Vida

Aunque parece menos directo, el sentido del olfato es susceptible de ser evocado poderosamente a través de las palabras. Descripciones detalladas de olores suelen ser efectivas para transportar a los lectores a espacios y momentos distintos, desde la frescura de un bosque lluvioso hasta el aroma acogedor de una cocina en pleno uso.

Ejemplo evocador

“…desde una ventana abierta se desliza el olor a pan recién horneado. Unas puertas más allá, el aire se torna picante con notas de azafrán y comino…”.

Ejemplo plano

“…había un lugar con diferentes olores. Si caminabas por allí, podías oler comida y algunas flores. También, a veces, parecía que iba a llover porque el aire olía de esa manera…”.

Estrategia Neurocientífica

El olfato tiene una conexión única con nuestras emociones y recuerdos, más que cualquier otro sentido. Esto se debe a que las áreas del cerebro procesando olfatos están íntimamente ligadas a las regiones emocionales y de memoria. Al incorporar olores en las descripciones, propiciamos la evocación de recuerdos y emociones potentes en el lector, esto facilita su inmersión.

Cómo Involucrar al Lector en la Lectura Activa para retenerlos, a través de Tres Sensaciones

Explora Cada Sentido Individualmente

Dedica un momento a considerar cómo cada uno de los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto, y tacto) jugar un papel en tus textos. Piensa en cómo el entorno de tu historia puede afectar a los personajes o al lector a través de estos sentidos. Por ejemplo, ¿cómo huele el aire en un mercado bullicioso que tu personaje visita? ¿Qué texturas siente bajo sus pies mientras camina por un sendero forestal?

Usa Descripciones Sensoriales para Construir Tu Mundo

Al describir entornos, personajes o situaciones, no te limites a lo visual. Incorpora sonidos que llenen el ambiente, olores que evoquen recuerdos, sabores que traigan consuelo o desconcierto, y texturas que inviten al tacto. Esto no solo añade profundidad a tu escritura sino que también permite que tus lectores experimenten la historia de una manera más vívida e inmersiva.

Sé Específico y Evocador

En lugar de decir simplemente "flores", describe cómo "el aroma dulce y picante de las gardenias recién florecidas invadía el aire". Las descripciones específicas y evocadoras permiten a los lectores imaginar la escena más claramente y sentirse emocionalmente conectados con ella.

Utiliza Comparaciones y Metáforas Sensoriales

Las metáforas y símiles no solo enriquecen tu escritura, sino que también ayudan a activar la percepción sensorial de los lectores. Comparar la suavidad de una experiencia con el "terciopelo" o el sonido de una voz a "cascadas susurrantes" hará que tus descripciones sean más vívidas.

Practica la Observación Consciente en la Vida Real

Para escribir eficazmente sobre los sentidos, primero debes experimentarlos profundamente. Practica la observación consciente en tu vida diaria. Presta atención a los pequeños detalles a tu alrededor, ya sea el sonido de la lluvia golpeando una ventana o la textura áspera de la corteza de un árbol. Luego, incorpora estas experiencias en tu escritura.

Recuerda la Moderación

Aunque usar descripciones sensoriales enriquece la escritura, es importante usarlas con moderación y en los momentos adecuados. Sobrecargar un pasaje con demasiadas descripciones sensoriales puede abrumar a los lectores y distraerlos de la trama principal.

Implementar estos consejos no solo mejorará la calidad de tu escritura creativa sino que también te ayudará a conectar de manera más profunda con tus lectores, ofreciéndoles una experiencia de lectura memorable y multisensorial. Recuerda, el objetivo es hacer que tus lectores no solo lean tus historias, sino que las vivan.

Conclusión: La Magia de la Lectura Multisensorial

Al activar la vista, el oído y el olfato a través de la lectura, no solo creamos una experiencia de lectura más rica y envolvente, sino que también aprovechamos el poder de nuestro cerebro para vivir las historias de manera más vívida y recordarlas con mayor claridad. Estas técnicas basadas en la neurociencia no solo enriquecen la práctica de la lectura activa, sino que también transforman cada libro en una aventura sensorial única. Incorpora estas estrategias en tu próxima sesión de lectura y crea una experiencia que supere el alcance de una página.

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